Relato Gay – El chapero

El ambiente enrarecido cubría nuestras siluetas, éramos como espectros vagando entre la neblina mientras nos acercábamos sigilosamente con nuestras pollas duras y excitadas hacia Vicente, el chapero que habíamos contratado y que estaba sediento de sexo en el centro de la local. Era solo para nosotros, el espacio había sido alquilado para satisfacer nuestras mayores fantasías.

La música de fondo sonaba mientras el chico no paraba de moverse y tocarse lascivamente el culo, el pecho, el cuello, la polla…. Su cuerpo nos estaba gritando:

– “Folladme, destrozadme el culo. Soy vuestro esclavo.”

Las gotas de sudor se deslizaban sinuosamente por su húmedo cuerpo, cuando sin previo aviso, Vicente notó como las grandes manos de Pablo cogían con determinación sus caderas y sin poder reaccionar, era embestido sin piedad por la gran polla de este macho empotrador. Sintió un gran dolor, un desgarro brutal. Se retorcía sobre si mismo intentando librarse de el, pero lo tenía prisionero y era imposible escapar de entre sus manos mientras le susurraba al oído:

– “Quieta puta, voy a follarte éste culazo hasta que lo preñe de mi leche caliente. Vas a descubrir lo que un macho como yo puede hacer a una zorra como tu”

Poco a poco el dolor se fue transformando en un placer indescriptible e imaginable. Nunca había sido follado por un macho de este calibre. Notaba como cada centímetro de su polla desgarraba el interior de su culo, no tenía respiro ninguno.

Una silueta, esta vez la de un joven veinteañero árabe, se acercó y se arrodilló ante él, agarrando su polla dura y metiéndosela lentamente en su húmeda y caliente boca. Pasaba la lengua por cada centímetro y le mamaba con sus carnosos labios como si se tratase de un ritual divino… era una gran devoción la que sentía por esa polla que coronada por un gran capullo, parecía ser su dios.

Mientras, Iván se masturbaba frenéticamente mirando hipnotizado cada embestida propinada por Pablo. Al mismo tiempo, un joven universitario de piel blanca y profundos ojos verdes se me acercó y empezó a morder mis pezones como si de un autentico manjar se tratasen.

De repente, un grito de placer se mezcló con los jadeos de cada uno de los presentes allí. El macho que se estaba follando a Vicente se corría dentro de su culo mientras le decía:

– “Toma zorra. Esto es lo que querías ¿verdad? Nunca has sido follado por macho como yo” – mientras le seguía dando aún las últimas clavadas.

Vicente notó como una gran lefada entraba salvajemente en su interior y le empezaba a caer por las piernas. El momento era tan morboso y tan excitante, que segundos después él mismo, con su polla metida aún en la caliente y húmeda boca de ese grandioso árabe, empezó también a derramar su leche mientras se la iba tragando sin desperdiciar nada.

Pocos minutos después, chorros de semen bien espeso empezaron a llegar a su cara y se iban deslizando por sus mejillas. Era Iván, que al ver tal imagen, no pudo aguantarse y se vio obligado a dar esa monumental corrida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • NO son campos obligatorios: Email, Nombre y Web

Información sobre protección de datos

Responsable: CRUISINGMAD.COM

Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios

Legitimación: Tu consentimiento

Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.

Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.

Contacto: cruisingmad@gmail.com

Orgullosamente ofrecido por WordPress | Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑

error: Content is protected !!